LOS APELLIDOS documentan nigraciones

Guinot señala que el estudio de los apellidos marca el origen geográfico del linaje
«Los apellidos documentan las migraciones»

M. T. Valencia. En el siglo XVIII Antonio Agustín y Antonio Nasarre entendían la heráldica «como un arte de una confusión densísima, llena de preceptos, como cabalísticos, con alegorías que se pierden de vista a puro refinarlas» .

La sociedad contemporánea entiende la heráldica -el estudio y explicación de los blasones y escudos de armas- como un lenguaje organizado y estructurado que pretende comunicar mensajes de orden social y jurídico.

Es la tarea de la heráldica gentilicia valenciana de la que se ocupa la Societat Valenciana de Genealogia i Heràldica. Si bien, sus responsables querían aportar un punto de vista más amplio dado que esta disciplina también se desarrolla en medio de una diversidad de situaciones, según la clase social, la localidad o el siglo a analizar que convierten este estudio en un rompecabezas. La visión del director del departamento de Medieval de la Universitat de València, Enric Guinot, ha permitido analizar documentos históricos, fundamentalmente extraídos de los listados fiscales, para la identificación de genealogías y linajes generalmente pertenecientes a las familias nobles. «La identificación de apellidos permite documentar la existencia de una familia a través del tiempo», señalaba el profesor. «El estudio de los apellidos marca el origen geográfico de los linajes y permite documunetar los movimientos migratorios» .

Era el punto de partida que cruzaba Guinot. La demografía y la genealogía. El acercamiento a la historia de los nombres y apellidos de la gente desde el análisis de los movimientos migratorios ha permitido, por ejemplo, saber que «la migración hacia tierras valencianas ha sido constante desde el siglo XIII hasta hoy» . Guinot situaba los orígenes de la sociedad valenciana actual en la conquista del rey Jaime I en 1238, que implantó el modelo antroponímico de la Corona de Aragón, trasladado a Valencia por los colonos repobladores. «No es un punto de vista genético sino de modelos de organización social» . Y según este argumento, «no hay transmisión de antroponimia islámica a la sociedad cristiana salvo casos puntuales».

Según Guinot, la revolución antroponímica tiene que ver con la feudal, que «con la apropiación de tierras por parte de la nobleza generaliza el nombre doble usado por primera vez desde los romanos» . Es lo que llamaba antropotoponimia, nombres que son de las tierras, de valles etc. Después ya se usarían los apodos, los oficiosÉ. «Que un apellido corresponda a una lengua u otra da idea del origen del linaje. Entre otras cosas, porque se distinguen diferencias de la expansión aragonesa, se ve el comportamiento migratorio. Mientras en Aragón y Cataluña se usaban microtopónimos de la comarca, en Valencia se usan nombres de pueblos de larga distancia. Los nombres marcan de dónde viene la gente», afirmó .